Parafraseando el inicio del Manifiesto Comunista de K. Marx y F. Engels, que reconocían a los comunistas de su época como una fuerza real en Europa, te quiero anunciar algo que en dos, o tres, o más ocasiones, se ha planteado recientemente en los órganos legislativos federales en México:
- El impuesto a la herencia, y
- El retorno del reparto agrario
No son propuestas simplistas ni ocurrencias. Son iniciativas que si bien no están despojadas de una importante carga ideológica, están sustentadas en argumentos, eventos recientes y cifras interesantes -no alcanzo aún a desentrañar si son ciertas o válidas- dignas de conocerse y atenderse.
En una empresa como la tuya que está concebida desde su origen para su continuidad transgeneracional, y en una región -Sonora, Sinaloa- en que las empresas agropecuarias son, en su mayoría, de corte familiar, un impuesto a la herencia de hasta 30% en su tope máximo, y regresar a la incertidumbre del reparto social de excedentes de límites a la propiedad agrícola, son temas que sugieren una planeación patrimonial muy estratégica y profesional.
No se trata de cómo, eventualmente, evadir ese impuesto ni de encontrar fórmulas de simulación con prestanombres para la propiedad rural agrícola y ganadera; se trata, sí, de prevenir y actuar con responsabilidad familiar y social, para asegurar la continuidad de tu empresa.